No me parece bien que el lector de este artículo no sepa que el escritor es un admirador de la banda de Massachusetts Passion Pit, a quienes sigue desde que hace 5 años comenzasen su andadura en el planeta musical.
En el año 2009 descubrimos el disco debut de una banda a la cual, con una simple escucha, podíamos descubrir una grandeza considerable. "Manners" no era únicamente "Sleepyhead" o "The reeling", canciones que deben ser consideradas grandes obras. Escondía en su interior diversión, ganas de disfrutar y de hacer disfrutar. Y escondía músicos, los cuales sospechabas tenían algo importante que contar (cantar en este caso).
Y con retraso en la primera fecha de publicación que fue señala por los medios (y por el propio fundador de Passion Pit, Michael Angelakos) se ha publicado este 24 de Julio el nuevo disco "Gossamer", segundo en la discografía de los norteamericanos.
Adentrándonos y puntualizando sobre el disco en cuestión, lo primero y más destacado son los ritmos que este esconde. Pop sintetizado de alto calibre o R&B como el de "Cry Like A Ghost". Formas y etiquetas ya conocidas por todos, pero que en esta ocasión lucen con mayor grandilocuencia que en anteriores cortes, como en "On My Way". "Gossamer" te transporta al ecosistema Passion Pit. Bucólico, poético, idílico... lleno de color. Sobresaliendo un entorno jovial, el cual encauza permanentemente un teclado entregado en la causa.
El primer single de "Gossamer" ha sido "Take a Walk", tema que en una valoración global no pasa a ser más que eso, una forma de llamar la atención de la audiencia. Y cumple su función con buena nota. Los primeros toques de teclado, intentando esconder algo, te obligan a recordar permanentemente la primera escucha del tema, para después militarizar el tema con la regularidad que aporta la percusión, y la cruda realidad que refleja las letras.
Pero sin tiempo para poder frenar e intentar entender lo que Angelakos y los suyos quieren explicarte, comienza "I'll Be Alright", una oda a la esperanza captada como si de una fotografía se tratara. La fuerte labor de sus sintetizadores y tremenda complejidad que debe suponer crear este tema. Y es que, como si de la vida misma se tratará, resulta mucho más difícil conseguir sentirte bien que encontrar motivos para explicar la tristeza.
"Carried Away", "Love Is Greed" o la difinitoria "Where We Belong", cierre del disco, son el resto de exponentes que Passion Pit ofrece al pop. Más o menos son canciones organizadas, que siguen ritmos complejos, y a su vez sencillos para ser seguidos en la audición de todo el disco.
Por otro camino sigue el que ha resultado tercer single de "Gossamer": "Constant Conversations", el cual permite que todos los amantes del indie eléctrico de calidad, encuentren los rasgos soul que sólo una gran banda puede convinar con tanta sensibilidad y respeto. No resulta el tema más jovial del disco, pero si uno de los de mayor calidad.
Hay otro factor que Passion Pit ha sido capaz de emplear en este segundo LP, y es el de la fuerza. "Mirrored Sea" y "Hideaway" se convertirán en los próximos meses en canciones que harán sudar a todos aquellos admiradores que acudan a sus próximos directos.
No es que simplemente Passion Pit consiga en este, su segundo disco, confirmar lo grandes que sospechábamos que podían llegar a ser, que lo son. Tampoco estamos simplemente ante uno de los mejores discos del año, que lo será. Considero que estamos ante los primeros pasos de la carrera de un grupo, que si no se tuerce por tristes acontecimientos (que han estado a punto de acaecer), se convertirá en una de las grandes bandas de nuestro tiempo.
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