Linda Mirada ha publicado recientemente "Con mi tiempo y el progreso", un LP de 10 canciones que conforman su segundo disco. Lo único que voy a decir personalmente respecto a este disco, es que me ha costado. Y no me gustan los discos que me cuestan. Pero también tengo que decir que he superado el primer gran peldaño y ahora le he podido encontrar algunos rincones de gozo.
El crecimiento que ha tenido Linda Mirada después de "China es otra cultura" ha sido importante. La elegancia que se muestra en la producción en este "Con mi tiempo y el progreso" es notoria, pero me cuesta entenderla. Linda Mirada ha vuelto a San Francisco para perfilar este trabajo, igual que en su disco anterior, pero le ha dado una tonalidad diferente, con muchísimos más elementos decorativos, sobre todo grandes dosis de reverb, que a veces la sitúan tremendamente lejos.
Al escuchar las canciones, lo primero que se me viene a la mente es el pop sintético de los años '80, sonido al cual Linda Mirada recurre sin ningún tipo de complejo ni disfraz constantemente. Y nada tiene de malo, por supuesto. El enfoque moderno que se puede dar a este disco lo sitúa en la actualidad sonando a más cosas (no solo a 30 años atrás). Así entendemos que las letras, por supuesto, marcan el hoy. Pero también restos chillwave y residuos tropicales, que si bien no son modernos, resulta un recurso muy actual.
En todos los foros encuentro que Linda Mirada le da una importancia vital al trabajo de su hermana Maria Naranjo, a la hora de pulir las canciones. El remate de todas ellas es preciosista y meritorio, y si en ello han participado ambas hermanas, merece que le demos muchísimo mérito.
La llegada del calor y el verano, ha colocado a "Con mi tiempo y el progreso" en el momento adecuado para escucharlo. El sol ha dado el toque dorado y la temperatura que necesita un disco alegre, pero a su vez complicado y elaborado. A veces cargante, y a veces valorable como parte de lo mejor que se ha hecho este año en nuestro país. Y es que "Secundario" es una canción que nos vemos obligados a destacar por encima de todas las demás.
Reflexionando para cerrar la reseña, diré que ni los inicios son sencillos, ni el final temo que vaya a ser el mejor. El disco de Linda Mirada será disfrutado en su punto justo. Seguirá formando parte de nuestra discografía, y con sus pasos hacia la música de baile, puede que la lleguemos a escuchar en algún garito veraniego.
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