Hablar de un artista como Iggy Pop no es cosa fácil. Y menos si además, su última publicación es un disco dedicado en exclusiva a la Chanson francesa versionando a artistas galos, tales como Gainsbourg o Edith Piaf, y también a artistas norteamericanos, influenciados por el estilo europeo, tales como Nilsson, The Beatles o Louis Amstrong. Vertientes tan variadas como complejas, que hace de "Aprés" una joya tan inesperada como global.
El que en su día fuera una máquina de incinerar músicos tranquilos, que con su estilo pasó por encima de muchos de estos artistas, que en parte, hizo desaparecer muchas vertientes musicales europeas en un estado permanente de letargo y saturado por las drogas y el alcohol, apuesta por ganarse el cielo dando su punto de vista, tan personal y oscuro como respetuoso y sensual.
Puede que este LP no valga para una noche loca, y puede que no te motive para desfasar, como tantas y tantas canciones de Iggy Pop. Pero resulta de obligada escucha, obligada valoración y obligado perdón, por aquello del vocabulario poco trabajado.
No voy a poner nota, ni voy a juzgar más. Simplemente voy a ponerte deberes. Escucha "Aprés" de Iggy Pop e imaginate siendo una persona mejor, enmendándo tu pasado y adecentando tu futuro. Puede que intentes ligar con las canciones que allí vas a encontrar, si la chica o el chico es refinada@. Puede que intentes tirarte el moco si es muy list@. O puede que, por que no, encuentres el encanto que tiene la soledad del sexo. Yo, con vuestro permiso, voy a buscar a mi lagarta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario