Hemos creído necesario reunirnos con Noiseland para hablar de su último disco: "Aquí yace Noiseland". Un trabajo que sirve, al menos de momento, como despedida de este proyectos, aunque no como fin musical, por supuesto: "Continuaré con algún proyecto personal, aún sin nombre ni contenido, pero principalmente estoy volcado en el grupo del que formo parte actualmente (Detergente Líquido, nueva formación heredera de clásicos de la escena local como Los Lantánidos, Los Congrios o Marie Joe la Suicida y sus Pelícanos-Rata) y terminando los últimos conciertos de los ya extintos Chernóbil."
No solo existe un motivo por el que Noiseland no sigue al pie del cañón. Y la explicación es humildemente sencilla: "Como dice alguien por ahí, si no tienes nada que decir es mejor callarte. Diez discos son más de cien canciones, y en cien canciones ya he contado muchas cosas. Es difícil buscar ideas nuevas que merezcan la pena ser convertidas en canción, trabajadas, grabadas, arregladas, mezcladas y recopiladas en un disco. Repetirse por repetirse no tiene sentido, y cantar cosas que no signifiquen nada, menos todavía." Esta reflexión nos parece brutal. Continúa: "Además, uno tiene sus limitaciones, y el esfuerzo necesario para continuar con el proyecto Noiseland aportando mejoras en cada nuevo trabajo es demasiado grande. Para quedarte igual, o ir a peor, es mejor dejar las cosas como están." En este punto tengo que volver a parar, pensando en la gran cantidad de grupos que deberían haber hecho esta reflexión antes que Noiseland, de quién creemos que aún tiene ritmos nuevos que ofrecernos.
Y para finalizar, un pensamiento más global sobre la música: "A esto hay que añadir un total desencanto con la “escena” musical. Es sorprendente como los primeros discos, que sonaban como una cabra en el trance de ser violada, obtenían cierta repercusión y los últimos, mucho más trabajados, serios y mejores en todos los sentidos, eran ignorados."
En las letras de "Aqué yace Noiseland", encontramos varias referencias sobre las despedidas, el fin de las cosas... y es que sus canciones se crearon sabiendo que serían las últimas: "El final del que habla el disco no es simplemente el final de un proyecto musical. Habla del final de muchas cosas: el final de la juventud, el final de las ilusiones... El fin de Noiseland no es más que un pretexto."
Cuando le hemos preguntado sobre lo que Noiseland quiere trasmitir con las canciones de "Aquí yace Noiseland", nos hemos encontrado con esta respuesta: "Pretendía transmitir una especie de conformismo existencial ante lo inevitable. Más o menos, el mensaje podría ser que todo es una mierda pero que hay que llevarlo adelante lo mejor que se pueda, porque al fin y al cabo es la única oportunidad que vamos a tener."
"Aquí yace Noiseland" resulta ser un gran disco que muta de estilos con mayor facilidad de lo que Noiseland ha hecho hasta ahora. Las oscuras guitarras del pasado han sido sustituidas por un pop-folk poco acorde a sus letras. Lo digo por lo divertido que ha resultado su escucha. Y es que estos años han dado una serie de experiencias y de gustos musicales que ahora deben verse reflejados. Para resumir su carrera como Noiseland, su respuesta es breve: "Fructíferos. He aprendido muchas cosas, me he sorprendido de las cosas que he sido capaz de hacer y de que encima haya gente que les puedan interesar."
Cierra la entrevista nuestra pregunta de siempre. ¿Un deseo musical para el futuro? La respuesta, como la de casi todos los grupos, llamativa: "Terminar de grabar con Detergente Líquido la primera maqueta y empezar a dar conciertos. Que las fans nos lancen repetidamente bragas y/o sujetadores, que aparezca nuestro Brian Epstein y que dentro de 20 años nos pongan cada tres cuartos de hora en M-80 y hagan versiones nuestras en Operación Triunfo.
Y si no, tocar con Sigur Ros. O por lo menos, tocar en algún sitio."
Este verano, puede resultar de obligado cumplimiento ver a Noiseland en directo, presentando sus nuevas canciones y temas de sus anteriores discos. Pero el mejor lugar para disfrutar de estos conciertos parece ser "cualquier pueblo de menos de 2000 habitantes. Es donde el público aprecia y agradece de verdad el trabajo que hacemos los músicos".
Compruebo con pena que nos ha salido una Entreseña Lagarta algo triste, con muchas referencias a la despedida y al adiós. Desde aquí pido perdón a Noiseland y a otras muchas bandas a las que no hemos prestado la atención necesaria, y espero no tener que volver a hacer una reseña así. Noiseland, o lo que te depare el futuro: nos veremos en los escenarios.
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