viernes, 4 de marzo de 2011
Christina Rosenvinge - La joven dolores
No toques las cosas que no son de tocar
by: el Hijo de Enoz
No me resulta fácil hablar del nuevo disco de Christina Rosenvinge titulado "La joven Dolores". Yo soy uno de esos personajes desengañados con Christina, que he tenido fases en las que he pasado de su música a quererla como una más de la familia en menos de 3 años. Y en el fondo todos sabemos que la familia hace muy poquitas cosas mal.
"La joven Dolores" es un cúmulo de historias, bien contadas, que Christina interpreta exactamente igual que siempre. Así que no encontraremos demasiadas sorpresas en la musicalidad. El primer single que vió la luz fue el track número 03, "Mi vida bajo el agua". Creo que es un acierto total la selección. A mi por lo menos me parece un auténtico temazo. Os dejo el videoclip dirigido por Darío Peña, que tampoco está nada mal!
Hay que hacer notar que después del triunfo de Christina con "Tú labio superior" hace ya 2 años, la publicación de este disco se convertía en un camino de rosas: muy bonito, pero si no calzas bien, pican. Y es que el nivel adquirido era difícil de superar y fácil de comparar. Nosotros no lo haremos, y felicitaremos por la preciosa edición del disco, en forma de libro-disco con tapas duras y lindo diseño.
Muy muy bien rodeada de muchos amigos y colaboradores, como siempre, Christina nos muestra varias mujeres que relatan sus historias, en las que no imagino a la señorita Rosenvinge como protagonista, pero si como abogada defensora. "Eva enamorada", "Jorge y yo" ó "La idiota en mi mayor" son algunos de los ejemplos que podemos encontrar.
Y es que puede que Christina tenga un pasado, y puede que con "Tú labio superior" encontrará una forma de vivir el presente haciendo música. La continuación, "La joven Dolores" le da la posibilidad de lucir muy bien en el futuro.
P.D. Christina Rosenvinge es una de esas artistas, que si estánhaciendo las cosas bien, no tienen por que co**** cambiar. Rebuscan en su talento, gustan a quien gustan, tienen su público, y parecen felices. La mayor parte de las veces que las tuercas se giran y regiran, acaban pasadas de vueltas. No es el caso.
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