Llenar hasta la bandera un recinto como el Palacio de los Deportes de Madrid no es tarea fácil, pero en mi opinión el que lo consigue tiene un sitio ganado entre los grandes del panorama de la musica actual. Arcade Fire sin duda tenían esa prueba de fuego que pasar, lo consiguieron y de una manera arrolladora. Por su parte, el público entregó todo lo que tenía, y así se consiguió que el Palacio de los Deportes se llenara de ese sentimiento triunfal de cuando todo sale como es debido.
Mi punto de vista del concierto fue algo alejado, puesto que me tocó vivirlo desde las gradas, donde la fiesta no era la misma que en pista pero la gente se volvía igual de loca al corear muchos de los himnos que este grupo atesora.
Mientras el Palacio se iba llenando, poco a poco se empezaba a dilucidar que lo que se iba a vivir esa noche era un concierto de los grandes. Y tanto que si lo fue.
Cierto es que esta gira es la de presentación de su nuevo trabajo “The Suburbs”, pero no se olvidaron de recordarnos que sus dos discos anteriores son igual de grandes que este último, llegando a tocar hasta siete temas del tremendo “Funeral”.
Con los primeros acordes de la guitarra de “Ready to Start” la música entró por todos los poros de los allí presentes y no los abandonaría hasta pasada la hora y media. Fueron 18 temas que pasaron volando, pero que a mí me dejaron muy tranquilo al saber que había empleado bien los nada despreciables 40 euros que costaba la entrada.
Su directo fue implacable y la locura que evidenciaban encima del escenario se trasmitió a las 15.000 personas. Los ocho músicos canadienses tienen algo especial, y es que al verles disfrutar tanto tocando su música te contagian tal entusiasmo, y tu único papel consiste en deleitarte desde tu nube particular. Para mí son ARTISTAS (si, con todas las letras, en mayúscula y remarcando la negrita) de los que cada vez escasean más, y digo esto porque su continuo baile de instrumentos no hace que baje ni un ápice la calidad de su sonido. Está claro que la estrella es Win Butler y que el grupo está hecho a su alrededor, pero yo quiero destacar la imagen de su mujer, Régine Chassagne (de la cual creo que me estoy empezando a enamorar). Sus funciones van desde los teclados hasta la batería, pasando por su dulce voz, su manejo del acordeón o del violín e incluso sus bailes demenciales.
Dejando un poco de lado el apartado musical del concierto, he de decir que la organización del Palacio de los Deportes me pareció extraordinaria. Ningún problema de aglomeraciones masivas en la entrada al recinto, y mención especial para los chicos encargados de hacer que no te tuvieras que ni mover del sitio para beberte una cerveza. Se agradece tomar una cerveza mientras está sonando “No Cars Go”.
Volviendo a lo que deparó el concierto. A Arcade Fire no le hace falta un tremendo escenario rodeado de mil pantallas y diferentes plataformas donde moverse. Se bastan con el típico escenario de toda la vida, con una pantalla detrás de los músicos donde se muestran diversos planos del concierto o un simple video. Otro de los fuertes de su puesta en escena me pareció la iluminación, la cual daba aun más firmeza y potencia a lo que allí se vivía. Y el sonido estuvo bastante bien para lo que se puede oír en otros conciertos. Salvo algún pequeño acople todo sonó como la gente se merecía que se sonase.
Poco más queda por decir. Espero que ellos disfrutaran igual que lo que hicieron disfrutar al público y que no se hagan de rogar tanto como esta ultima vez, ya que tres años de espera son muchos.
Algunos malgastan el 20 de noviembre recordando el pasado turbio de una nación, yo me quedo con los escalofríos que recorrían mi cuerpo cuando miles de gargantas coreaban al unísono la canción que acababan de disfrutar.
Tracklist del concierto:
Los mejores videos del concierto en youtube:
No Cars Go
Haiti
Sprawl II
Rebellion (lies)
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