lunes, 22 de octubre de 2012

Havalina - H

Activemos nuestra brutalidad

by: el Hijo de Enoz


Hablamos de Javier Couceiro, Ignacio Celma y uno de los grandes nombres de nuestra música en lo que llevamos de siglo: Manuel Cabezalí. Este verano, los madrileños Havalina decidieron entrar a grabar un total de 9 canciones, con la participación de Dany Richter, un nombre que últimamente vemos colaborando en grandes proyectos como son los de Russian Red o Jero Romero, en los estudios de El Lado Izquierdo, el mismo lugar donde se grabaron "Las hojas secas".

Dentro de la carrera de Havalina, conviven con mucho cuidado la sensación global de estar hablando de un gran grupo, con la ignorancia por parte de todos al abandonar sus discos y ser tan inconscientes de dejarles en un segundo plano. El inerte y desorientado panorama musical ha pasado su suave máquina de triturar a grupos sobre Havalina, desde que este existe, reconociendo mucho mérito y talento, aunque sin demasiado eco.

Los anteriores discos de Havalina, sobre todo "Imperfección" (2009) y "Las Hojas Secas" (2010) ya son grandes trabajos que nos dejan la sensación de no confirmar a la banda, y "H", su nuevo LP, sigue exactamente la misma línea. No soy nada original si digo que las guitarras predominan y controlan todas las canciones, oscureciendo las canciones aunque no siendo soberanamente egoístas,  ya que permiten algunos brillos de batería, y que una de las señas de identidad de Havalina, las letras, sigan mostrándose retorcidas y a la vez cautivadoras.



"H" es un disco excepcionalmente constante. Todas las canciones demandan la siguiente, e incluso, entre algunas no existe el silencio, como "Viaje al Sol" y "El Estruendo". A los oyentes que intenten separar los nueve cortes, les costará entender la obra, ya que una de las maravillas de este trabajo es disfrutar como cada final precipita el inicio de la nueva canción, y escuchadas tal y como ha decidido el grupo, te anuda a "H" y no permite que desconectes.

La gran mayoría de las canciones son de larga duración (más de 6 minutos). Todas ellas lucen letras realmente maduras, no son monotemáticas, y obligan al oyente a imaginar e interpretar lo que se quiere decir. Y todas ellas son protagonizadas por Manuel Cabezalí y su guitarra, a la que convierte en una potente arma de destrucción, sobre todo en los entretiempos de las canciones.

Voy acabando destacando el final del disco. Me ha encantado descubrir canciones como "Música para peces", "Viernes" y el cierre "Cuando todos duermen". El primer corte de "H", "Norte" y las guitarras de "Compañía felina" y "Animal dormido, animal despierto" se han quedado tatuados en mi cabeza. Son estos detalles los que debemos fijar en nuestra mente, para que el próximo disco de Havalina no sea nuevamente el de la confirmación. Para que en el próximo verano, el tamaño de las letras de Havalina sea más grande (como considero que merece) en nuestros festivales. Para que nuestra brutalidad se vea activada por estas canciones.

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