<h1>Young Knives - Ornaments from the silver arcade</h1><h2>Mejorando con las escuchas</h2><h3>by: el Hijo de Enoz</h3>

Desde hace unos días sabía que quería redactar algo sobre el disco de Young Knives "Ornaments from the silver arcade", pero no ha sido hasta hace poco tiempo que me he dado cuenta que iba a hacer una reseña con una veredicto positiva. La razón: en la primera escucha me resultó frágil y plana. Las sucesivas escuchas ni tan siquiera las tengo en mente. No recuerdo lo que me parecía. Las audiencias actuales me tienen encantando como el mismo Henry Dartnall (cantante del grupo). Así, la primera conclusión que sacó de este disco, es que Young Knives no es una agrupación de una sola escucha ni un diligente impacto. He necesitado varias escuchas para saborearlo agusto.



La banda Young Knives proviene del Reino Unido. Exactamente de Leicestershire, y está compuesta por Henry Dartnall, Thomas Dartnall y Oliver Askew. Supongo que estos chicos os suenan de un disco, divulgado hace tres años, titulado "Superabundance", que tenían varias canciones colosales, como "Turn Tail" o "Up Al Night". Este nuevo trabajo de los británicos no se desvincula demasiado del estilo mostrado hasta ahora. Y "Ornaments from the silver arcade", luce un indie rock, con ritmos guitarreros fáciles de seguir, que como dilucidaba anteriormente, terminan por conquistarte a pesar de las ganas de ser críticos que pueda tener cada uno.

Las canciones más destacadas de los 11 temas que componen el disco, bajo nuestro sencillo punto de vista, son "Human Again", "Love My Name", canción que abre el LP y que además fue la elegida por el grupo para ser el primer single, y sobre todo "Everything Falls Into Place", la canción que creemos más puede aproximarse a ser un hit de las 11. Todos estos temas forman parte del comienzo del disco, del que si podemos sacar algo malo, y es su pérdida de fuelle con el paso de las canciones, sobre todo a partir de "Sister Frideswide", corte número 6. Tal vez Young Knives no ha sabido cerrar el disco para darle una relevancia vital, o tal vez sólo disponían de 5 o 6 grandes temas para lucir en un largo, que no finaliza acorde a la capacidad mostrada en sus inicios.



Muchísimas son las fechas confirmadas por estos horteras (no os perdáis sus trajes tweed) en su país natal, Reino Unido. Y demasiado pocas las que vemos fuera de estas fronteras. Poco a poco leemos como la leyenda de sus conciertos está cogiendo unas dimensiones muy atrayentes, que les convierte en una buena tentación si vienen a nuestro país. Aunque parece que no son lo suficientemente grandes como para protagonizar un evento, ni lo suficientemente pequeños para telonear a una gran banda. En los festivales tampoco son un grupo que tenemos en las alineaciones. Así que debemos conformarnos con este "Ornaments from the silver arcade", un disco muy honrado, que gana con las escuchas y que hace crecer las expectativas de futuro de la banda.