Ayer estuvimos de concierto para ver a los gallegos Trinagulo de Amor Bizarro, y para enterarnos de muchas cosas. Pero sobre todo para confirmar que realmente son muy muy buenos. Que bajo esa apariencia de buena gente, esconden un lado oscuro y tenebroso cuando se ponen a tocar. Y que su voz suena siempre en un tercer o cuarto plano, pero que su musicalidad es brutal.
No os sabría decir cuantas personas entran en la Sala Porta Caeli de Valladolid, pero ni tan siquiera había media entrada por 10 euros. Gracias a Mr. Monty, que acudió al concierto, tenemos la frase que explica esta situación:
"Unos profesionales acaban de tocar en un pueblo"
Y es que a la gente nos cuesta movernos cada vez más. O bien nos declaramos poperos, noise o lo que os de la gana para quedarnos en casa alucinando de lo guays que somos.
También nos enteramos que la vocalista de Triangulo de Amor Bizarro, Isa, tiene una vergüenza especialmente atractiva. Una mirada cautivadora que sin pretenderlo dice muchas cosas, y unos compañeros de viaje que se lo montan muy bien. El peso de la voz lo lleva Rodrigo, teclado y guitarra Oscar, y la batería, luciendo a un nivel altísimo, corre a cargo de Rafael.
Para el final, Triangulo de Amor Bizarro nos deleito con un bis de una sóla canción, que era una versión de Julieta Venegas. La verdad, no me gusta demasiado las versiones, y no me gusta nada Julieta Venegas, pero hicieron una más que digna versión de "Lento" que nos dejó a todos con cara de poker.
Conclusiones? Poca gente para mucho grupo, un gran pitido en la resaca del concierto de un grupo que nos hizo disfrutar de un ruido que la mayoría de nuestros mayores no entenderían de ninguna manera, pero que resulta tremendamente atractivo. Otra conclusión es que no te fies de las apariencias de los componentes de este grupo. Un regalo, como dice Huracán Ramírez, para unos pocos pucelanos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario