lunes, 15 de noviembre de 2010

Crónica de Interpol en Madrid

No me quedé con ganas de más; me quedé con ganas de mejor

by: el Hijo de Enoz

Este sábado hemos estado en Madrid compartiendo nuestro tiempo con Interpol en el Palacio Vistalegre, y tengo muchas cosas que contaros.


1º Lo más importante. Interpol. Musicalmente me parecen un grupo exquisito. Los neoyorquinos tienen muchos años de experiencia y se nota en el escenario. A pesar de Vistalegre, suenan muy bien. Hicieron una presentación del nuevo trabajo a un nivel muy alto. Musicalmente no hay queja.
Si podemos sacar punta a distintas cosas. Por ejemplo. Creo que les falta sangre sobre el escenario. El perfecto castellano de Paul Banks, y el redondo baile permanente de Daniel Kessler, no son suficiente para contagiar a un público entregado en la causa. Pajo, sustituto de Degler, desaparece en la oscuridad. Y ni siquiera es tapado por Paul o Daniel. Se pierde solito en el escenario. Batería y Teclista se vieron absorbidos por una nuve de humo que les hacia ilocalizables. Hubiese ayudado mucho ver como esos 5 músicos también sentían algo, que pudiera ser recíproco a los 7000 admiradores.

El tracklist del concierto no fue demasiado acertado para mi gusto. En los bises dejaron una pequeña recopilación de grandes éxitos que consiguió la entrega total del público. Pero durante el tramo intermedio, creo que un gran número de personas desconectó. Intercalar grandes éxitos es una forma de mantener el calor y la pasión. Interpol nos lo ofreció todo de golpe al final. Si tienes 3 himnos, entremedias tienen un efecto de subidón importante.



Vistalegre. Todo un problema. El sónido es tan metálico. La cúpula es tan detestable. Interpol creo que hizo un gran trabajo musical, ya que notamos menos que otras veces el asqueroso eco que provoca. Aún así, en las gradas debe ser mucho peor que en la pista.
Otro problema, es el embudo que se convierte la entrada. Sólo hay una entrada y logicamente, se forman unas colas que no ayudan demasiado a valorar bien el recinto.

4º No se si por idea de la organización o de Interpol, el escenario se veía rodeado de 4 lonas a cada lado, en la que yo personalmente pensé que servirían como pantallas de proyección para que todos, desde cualquier punto pudieran ver el concierto, o bien para mostrarnos algún tipo de carrusel de imagenes que acompañaran al grupo. Nada más lejos de la realidad. Las lonas sirvieron para cubrir las vacias gradas traseras, y dejaban un juego de sombras que, voluntaria o involuntariamente, en algún momento dieron un toque de encanto.

El público se comportó de una forma inmejorable. Interpol mostró su oscuridad, que competía con la luz del público, que se entregaban a Paul y los suyos en cuanto tenían ocasión. Un reconocimiento al público de la música, en general, que para mi gusto, es de los más entregados dentro del mundo del espectáculo.

Resumiendo: Interpol musicalmente mostraron una fuerza oscura que todos sabemos que tienen, y demostraron lo que son: un grupazo. Vistalegre sigue siendo una absoluta cagarruta de recinto que no merece nunca los 40 euros del espectáculo, que 7000 personas pagamos para mostrarnos entregados a Paul y Daniel, y a la nube de humo en la que se convirtió el resto del grupo. Deficit de espectáculo, añoranza de pasión. Me quedé con ganas de... no. No me quede con ganas de más. Me quedé con ganas de mejor.

1 comentario:

  1. Yo lo vi hace un mes o asi en Santiago, y si que me quede con ganas de mas... de mejor, quiza no, por que demostraron que tienen un directo muy bueno, el setlist fue bueno, y en general, un gran concierto. Pero eso si, se acabó muy pronto... pero bueno, yo no habia pagado 40, si no que aqui costaba 25 solamente...

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